martes, 11 de agosto de 2009

buenavista y los barriles, b.c.s.

buenavista es el destino de playa de la zona de cabo del este más difícil de capturar en una fotografía. uno puede aventurarse a retratar la frondosidad de su vegetación, el colorido de sus aves, el resplandor de su mar o la exotiquez de sus peces; pero cómo expresar el cosquilleo de sus aguas termales, la simpatía de sus habitantes o la calma de sus mares? este blog se declara incompetente de descifrar esos encantos.

afortunadamente buenavista está a no más de una hora de un camino rico en paisajes pero eso sí, denso en curvas. el camino de la paz, que es casi igual de corto, tiene la ventaja de adentrarse más en la sierra y cruzar por los bellos poblados del triunfo y san andrés.


la primera impresión que despierta buenavista es más bien tenebrosa: uno tiene la sensación de encontrarse en un safari donde hay hileras de yates por jeeps y donde se cazan marlins a falta de leopardos.

lo cierto es que hay muchas cosas que podrían parecer desesperanzadoras a primera vista: la basura flotando en el mar, las cuatrimotos paseándose por donde incuban las tortugas, las flotas de pescadores deportivos regresando con crías de dorados o peces espada en embarazo interrumpido.

sin embargo existe otro tipo de turismo que ha estado aflorando: el de los buzos que visitan para admirar a los dorados y convivir con los espada, los viajeros que asisten a las tortugas y los neoturistas que al establecerse forman asociaciones de servicio a la comunidad y cuidado al medio ambiente--esperemos que sean estos últimos quienes definen el turismo en la región como uno sustentable, o al menos no-destructivo, no-extintivo.

el turismo social y ecológicamente responsable, conveniente para todos a largo plazo, no se impone así solito al modelo del turismo explotador, conveniente para unos cuantos a muy corto plazo, precisamente porque pocas personas con intereses definidos para explotar en un instante se pueden organizar más rápido y con mayor facilidad que una pluralidad de voces con una infinidad de pequeños intereses que serán afectados distintamente a lo largo del tiempo.

conviene por una parte impulsar al turismo social y ecológicamente responsable para que se preserven y cultiven nuestros bienes culturales y naturales mientras obtenemos recursos económicos (a fin de cuentas, no muchas veces se puede recibir un servicio y ser remunerado por ello); por otra parte, es necesario frenar al avance del turismo explotador para que no extinga nuestro patrimonio y nos deje un chiquero.

el modo más natural de impulsar el primer tipo de turismo mientras se desincentiva y compensa el otro, es elevando los impuestos a las actividades turísticas destructivas en proporción al deterioro de nuestro patrimonio natural y utilizar el excedente de esos recursos para invertirlos en la promoción de actividades turísticas que promueven la preservación y la regeneración de nuestros recursos naturales y humanos en proporción al beneficio que estos reciben y la urgencia del caso.

desafortunadamente el turismo destructivo más dañino es el que se realiza fuera del alcance del brazo de la ley y la capacidad recaudatoria de hacienda (piénsese en los destinos-snuff o los safari "solo animales en extinción"). este turismo destructivo solo se puede combatir a través de la prevención y la persecución; el turismo destructivo regulable puede erradicarse gradual y compensativamente, a la vez que el turismo reforestal y regeneracional puede acelerar el proceso de recuperación y mejora.


el pueblo de los barriles es tan grande como el de todos santos y se encuentra más variedad de productos a menor precio que del otro lado de la península. los hábitos alimenticios de la población son muy alejados de los que uno supondría que predominarían en un antiguo pueblo de pescadores; reto a cualquiera a nombrar el pueblo que tenga una proporción más alarmante de casos de obesidad infantil y juvenil en el estado.

el balance de mi post se inclina a recomendarles visitar buenavista con ciertas precauciones: no llevar celular, no recargar la lap, no olvidar la crema.