lunes, 18 de abril de 2011

la legalización unilateral, un título muy largo 2

yo los invito a echarle un vistazo a la realnarcotik del asunto:

me imagino que a nadie aquí le gusta que exista el crimen. supongo que nadie en su sano juicio lo fomentaría.

sin embargo el crimen está en todos lados, y le estamos dando un apetitoso programa de fomento económico, político y militar que se llama "la prohibición de las drogas." este programa pone miles de millones de dólares anuales a la disposición de quienes quieran romper la ley como a una piñata, y al parecer es de los programas más exitosos de nuestros sucesivos gobiernos.

por favor no comencemos a nombrar culpables. este no es el maquiavélico plan de ningún político, facción, país o mafia.

a fin de cuentas la mayoría de los mexicanos piensa que se deben prohibir las drogas y una minoría de americanos piensa que no está nada mal consumirlas. si tomamos en cuenta que esos americanos tienen uno de los más elevados niveles de ingresos del planeta y que nuestro estado no es particularmente destacado en la imposición de la ley, pues entonces podemos imaginar que la gente que está de todos modos dispuesta a delinquir va a aprovechar este regalito hasta que le salga, y que cuando la haga (aún a pesar de nuestros prohibitivos grados de impunidad), va a hacer TODO lo posible por mantener o hasta hacer crecer esta concesión gratuita sobre la producción, el flete y la venta de narcóticos.

en realidad la cosa es más complicada, pero sobretodo está todavía peor. porque la ocasión para convertir pesos prohibidos en dólares prohibidos es tan abrumadora, que inclusive quienes no están dispuestos a delinquir o depender de la delincuencia, de repente se encuentran sirviendo su industria o su mesa, y cuando no, pues de repente se les encuentra en una fosa en tamaulipas o en un carro abandonado en morelos.

miren, esto es en verdad horrendo y completamente innecesario.

entiendo que algunos consideran que se debe tomar acción al respecto y combatir con las armas al narco, pero eso no desaparece al negocio de las drogas. por lo mismo pienso que no puede ser muy atinado negociar con el narco porque su fuente de poder para negociar más adelante mayores concesiones va a estar siempre presente en el creciente negocio de las drogas.

estamos muy mal.

de veras que ya hasta la vieja máxima del ingenuillo de churchill ("square or squash," acuerda o aplasta) está tan rebasada como la capacidad de nuestro estado de mantener este juego.

y es que las cartas se han reducido a una sola, que en mi muy humilde opinión fue la que se debió haber tirado desde el principio: la legalización gradual, regulada y controlada, de esas mentadas drogas.

habrá quienes me digan que esa carta no se puede tirar porque los americanos todavía tienen tantas otras y están en absoluto desacuerdo con tomar esa medida. pero lo cierto es que mientras los estadounidenses sigan percibiendo los depósitos del narco y las muertes no crucen la frontera, ellos van a seguir esperando a que sus nada apresurados ciudadanos tomen la inevitable decisión de volver a dar marcha atrás en simplemente otra de esas locas prohibiciones de su historia.

pero en realidad qué puede hacer nuestro país vecino para tomar represalias contra esta medida, realocar sus inversiones a china y embargar a su socio comercial del tlc? en realidad quieren tener como vecino a un narcoestado más acercado a chávez, castro y el ayatola?

en última instancia, el estado americano no tiene nada con qué amenazar a la ciudadanía mexicana; aunque de seguro muchas de las cartas que le quedan son las que pueden tumbar a cualquier político que quiera avanzar esa propuesta, por eso lo más recomendable es simplemente meter en la constitución al condenado plebiscito y dejar que la ciudadanía misma se organice para encabezar la ola de legalizaciones que va a azotar al crimen organizado en el mundo.

van a haber quienes digan que nada más no quieren nada de drogas. muy válida su postura, de hecho es la de la mayoría de los mexicanos, y por cierto, es la que empujó al buey a la barranca. porque a fin de cuentas las drogas van a estar ahí siempre, como los criminales, pero si los ponemos a los dos juntos, bueno, pues entonces tenemos criminales con dinero para comprar armas, políticos y ejércitos.

entiendo que en un mundo ideal la mayoría no quisiera que hubieran drogas, pero la fe mueve montañas, aunque no de billetes.

en este mundo para bien o para mal hay de dos sopas: drogas y armas o drogas sin armas.

a fin de cuentas, el que diga que no quiere ninguna de las dos nada más está haciendo más difícil desarmar al narco, y esperemos que no se vea como consecuencia en la nada deseable situación de amanecer en una fosa en tamaulipas o en un carro en cuernavaca.

siempre estaremos orando porque ese no sea el caso para ninguno de nosotros, y por supuesto que cada vez que suceda aquello lo lamentaremos con el coraje que amerita la dignidad humana. pero si queremos en realidad desaparecer el riesgo, lo mejor es erradicar la ocasión.

en verdad tenemos todo un abanico de posibilidades:

en la formalidad se utilizan métodos legales para proteger personas y bienes, en la informalidad se manejan modos extralegales para asegurar mercancías y puestos, en la criminalidad se recurre a la violencia y el terror para generar ingresos. en cuál de estas esferas queremos que entre el grueso de la multimillonaria industria de las drogas?

ciertamente en la primera, así matamos toda una parvada de cuervos de un solo tiro: reducimos los ingresos del crimen organizado, regulamos la industria de las drogas, garantizamos la seguridad de las personas con un menor recurso público, elevamos los ingresos del estado, invertimos ese recurso público residual en mayor educación para sacar adelante a la juventud, inclusive nos podemos concentrar en combatir las drogas en un solo flanco: el de la condenada salud pública, que tengo entendido es el tema que más preocupa a quienes más fervientemente se oponen a las drogas.

ahora, que si lo que queremos es fortalecer al enemigo, también podemos ir empezando por prohibir la comida chatarra, el alcohol, el tabaco, la cafeína, la pornografía, la tele, y todos esos estupefacientes inmorales e insalubres para que nos acabe de matar el crimen organizado y todos seamos mártires en cristo. amén

miércoles, 6 de abril de 2011

la legalización unilateral, una estrategia de seguridad 1

vivimos en una situación en la que más de diez corporaciones con fines de lucro han llegado al extremo de formar milicias de mercenarios para así imponer su voluntad por encima de nuestra ley, nuestra seguridad y nuestras vidas, y todo nomás por ganarse nuestro miedo mientras se hacen de mayores ingresos en el narcotráfico.

su codicia y descontrol ha llegado al extremo de extorsionar a la ciudadanía y cobrar sus propios impuestos para meramente garantizar la supervivencia de personas y establecimientos. ora sí que ya estamos hablando de un estado dentro de un estado, solo que a este nadie lo ha elegido ni pretende servir al público ni mucho menos respetar los derechos de la ciudadanía.

este también es el capitalismo salvaje del que conrad y kipling nos advertían, y el obvio camino por el que la compañía de las indias orientales conquistó mesquinamente el poder en la india, pero sobretodo, esta es la fábula de gángsters con la que brecht apenas y vislumbraba el fascismo.

qué se le puede hacer? el viejo churchill recomendaba "square or squash" (negocia o aplasta). pero negociar con los cárteles les daría más poder que a los estados mismos, y arrasar con el narco es imposible, ya que somos vecinos del consumidor más grande de drogas, cuyos gustos son cada vez más sofisticados y caros, en dólares y dolores; que a fin de cuentas los estadounidenses pueden hablar de diamantes bañados en sangre, pero siempre se guardan para sí eso de sus churros manchados de cesos.

y a todo esto, qué hace nuestro país vecino al respecto? bueno, pues dejan que entren las drogas, que se transporten, que se repartan, y que se vendan al menudeo; pero eso sí, SIN NINGUNA GOTA DE SANGRE.

de hecho, lo mismo hacen con las armas que se venden al narco (ver aquí) y los depósitos de las operaciones de los cárteles (ver aquí) con su debido lavado de dinero (ver aquí), aunque afortunadamente esto no lo hacen en reciprocidad, sino como un acuerdo de caballeros: "TU no me tocas, YO no te toco."

dicho esto, quién sabe cómo le hizo el narco para quedar tan bien con los intransigentes americanos, porque hasta donde yo sé, el inamovible acuerdo que estados unidos mantiene con nosotros es "YO me quedo con las drogas, TU te quedas con los muertos."

nomás falta que digamos "y dónde te dejamos el dinero?" pero en vez de eso nos dedicamos obedientemente a pulverizar (squash) al narco, mientras el país más poderoso del mundo se limita a negociar (square) con ellos.

por donde quiera que lo veamos, esto no es justo, razonable ni conveniente. dónde está ahora el lincoln o thoreau que denuncie este nuevo abuso--fumándose un churro?

hollywood puede estar de fiesta, pero aquí nadie sonríe. el mexicano que se quiera llevar algo memorable de esta era de la prohibición, tal vez se pueda quedar con el grato recuerdo de las decenas de nacionales muertos por las armas el día que se estrenó "estamos en una relación complicada," película apta para adolescentes que muestra al estelar alec baldwin glamorosamente tronándose un churro en unos minutos mágicos de calma, amor y risa.

en realidad yo no tengo nada en contra de que se pasen escenas de consumo de marihuana en donde se controlan meticulosamente las escenas de consumo de tabaco--a fin de cuentas, el tabaco es más dañino que la marihuana. lo que me indigna es que estados unidos viva en la hipocresía total y que nosotros le sigamos ambos juegos.

si los americanos no quieren formalizar el estado de las cosas, lo mejor es que nosotros lo hagamos unilateralmente--en todo caso, la tendencia mundial va a ser por mayor regularización, más legalidad y menos crimen y violencia; o sea que estamos en realidad perdiendo sangre en vano porque tarde que temprano cada uno de los estados americanos van a ir legalizando las drogas que no van a parar de consumir y que, por cierto, necesitan un mayor control.

entonces, hay que poner por encima de todo la vida de los mexicanos, la integridad de nuestros servidores públicos, la soberanía nacional, y el estado de derecho, porque en esto está el futuro de nuestra juventud y la paz y el respeto que hemos ido perdiendo.

en realidad no podemos darnos el lujo de pelear solitos una guerra contra quienes el mismo ejército americano considera la décima potencia mundial (ver aquí). tampoco podemos disminuir la demanda por las drogas en los estados unidos porque el comportamiento de los americanos está fuera de nuestra jurisdicción. y ciertamente no tenemos el poder para exigir a los americanos que no pacten con el narco--si ni siquiera podemos obtener el acuerdo migratorio!

además de esto, hay que reconocer que la relación que tenemos con nuestros servidores públicos y representantes no es muy sólida, que no forzosamente vivimos en un pleno estado de derecho, y que nuestra ley no es en todos los casos más efectiva que la fuerza y el dinero, juntos.

también hay que tener en mente el costo de todo este meollo, en turismo perdido, en inversiones esfumadas, en fuerza laboral atascada, en juventudes maleadas, en infancias maltratadas y en trampas de pobreza perpetuadas.

la prohibición envicia. la codicia mata. la corrupción corroe. pero la ocasión, esa manda, y esa es la que hemos estado cultivando con esta gran idea de hacer ilegal (léase, dejar en manos del crimen organizado) la multimillonaria industria de las drogas.

no se han preguntado porqué salinas pliego no ha mandado a sus guaruras a balear la oficina de slim? no se les hace extraño que las más "sangrientas" batallas entre televisa y grupo carso se resuelvan en los juzgados?

pues si quieren ver a los narcos pelear sus territorios con abogados, empiecen por ver a las drogas como solo otra forma de entretenimiento que atonta, o sean coherentes y hagan una campaña para prohibir la tele.