jueves, 11 de febrero de 2010

3 razones para mantener y mejorar la tenencia

el impuesto sobre la tenencia de un vehículo es impopular por cuestiones de forma, no de fondo; es un caso similar al del programa de asistencia sanitaria para todos de obama. siéntense un rato y consideren porqué conviene mantener la tenencia haciéndole, estamos de acuerdo, profundas modificaciones.

1. la tenencia es un impuesto PROGRESIVO,
pagan más quienes más tienen

el impuesto sobre la tenencia de un vehículo está automáticamente enfocado a quienes más tienen. y no solo eso, sino que mientras más lujoso es un auto o mayor es la colección de cochecitos, mayor tenencia se paga. la tenencia es una forma de hacer que contribuyan más quienes más pueden aportar.

tenemos, pues, que en términos absolutos, la tenencia es un impuesto progresivo, esto es, que la tenencia es de los pocos impuestos del país que son pagados en mayor proporción y dimensión por quienes mayor poder adquisitivo tienen, y eso es algo positivo.

sin embargo, en términos relativos, la tenencia es más "sentida" por los menos afluentes propietarios de autos, aunque estos paguen una menor tenencia que los más afluentes propietarios en términos absolutos (claro está, si estos últimos tienen coches más caros o en mayor cantidad). esto sucede porque los bolsillos de los primeros son mucho más chicos, aunque su tenencia no es menor en proporción a su marcadamente menor capacidad de pago de la tenencia.

se sigue de aquí que, en términos absolutos y concretos, la tenencia es un impuesto progresivo, aunque, en términos relativos y cualitativos, es más "molesta" para los pequeños propietarios de autos porque el impuesto representa una mayor proporción de sus ingresos en relación a quienes tiene más recursos.

otro problema con la progresividad de este impuesto es que hace el costo de un auto prohibitivo para quienes tienen todavía menos recursos que los pequeños propietarios de coches aunque podrían adquirir un vehículo si tan solo no se cobrara la tenencia.

si la progresividad del cobro de la tenencia entre los autohabientes y la sensibilidad de sus bolsillos fueran los únicos criterios para determinar la existencia o forma de la tenencia, entonces una mejora que se le podría hacer a su progresividad sería determinar la tenencia en función del ingreso del comprador, y no del costo del coche.

otra mejora podría consistir en cobrar una tenencia cero a quienes demuestren que pueden costear un auto previo al cobro de la tenencia y que no lo pueden adquirir por el "peso" del costo adicional que representa la tenencia.

quienes dudamos de la naturaleza humana y fatalizamos su pronta respuesta a incentivos perversos, podemos anticipar la variedad de corruptelas, arbitrajes y engaños que tendrían lugar con estas modificaciones al sistema de cobro de la tenencia.

sin embargo, no vamos a abortar a todos los bebés del pueblo para evitar que nazca el siguiente Huerta; por una parte, hay modos de minimizar el abuso de los aplicantes, además de que el beneficio de las alteraciones al sistema de cobros puede ser desproporcionalmente mayor al costo de una creciente burocratización y cochinización del proceso, por no decir que actualmente existe un sistema muy arbitrario de exenciones por medio de amparos y que se parte de un punto en que la corrupción y el engaño alrededor del tema ya es preponderante.

2. la tenencia es un impuesto COMPENSATORIO,
absorbe las externalidades negativas de su uso

el uso del coche, como el del cigarro, tiene consecuencias que no siempre son cubiertas directamente y en su integridad por los usuarios. como consecuencia, las más de las veces es el estado el que acaba cubriendo los costos sociales y ambientales que estos provocan (repavimentación; hospitalización de atropellados anónimos; daños al ambiente, la salud y las aguas por aceite chorreado y baterías botadas; contaminación aérea, visual, auditiva, etc).

déjenme reformular esto, no es el estado sino la ciudadanía la que acaba pagando los platos rotos con peor salud, daños a los recursos naturales esenciales para su vida, menor seguridad, mayor mortandad, contaminación, más impuestos, etc. tenemos entonces que la comunidad acaba pagando tanto material como monetariamente los costos remediales a los problemas causados por el uso de los vehículos porque los propietarios de los vehículos no siempre cubren esos costos en su enteridad o en parte.

quienes tenemos el gusto de vivir en este país sabemos que no existe modo de internalizar estos costos en base a un sistema caso por caso porque nuestros grados de corrupción, arbitrariedad, privilegio, marginación, etc. rebasan la capacidad de cualquier honorable institución pública que se diera a tan noble tarea. además, los costos operacionales de dicha institución rebasarían los beneficios de la mayoría de los casos. por ello afirmamos que en méxico, la mejor medida compensatoria es la pre-compensación.

actualmente la gente no está muy dispuesta a pagar su tenencia porque no entiende porqué se le cobra ni en qué se gasta. si se le mostrara una lista de motivos por los que se le está cobrando cada año (erosión de pavimento, liberación de gases, atropellos de vehículos que se dan a la fuga, etc.) especificando el costo por auto de cada uno de estos rubros que es cubierto por el fisco anualmente (repavimentación, $XXX por vehículo cada año; reforestación y tratamiento de enfermedades respiratorias, $XXX por vehículo cada año; hospitalización, sepelio e indemnización a víctimas de atropellos por autos fugados, $XXX por vehículo cada año; etc.), entonces la gente estaría en menor desacuerdo con el pago de una tenencia dirigida a cubrir el mantenimiento de sus vías, la regeneración del patrimonio natural dañado y el otorgamiento de algún tipo de seguro para sus víctimas.

el impuesto predial precompensatorio a los costos sociales y ambientales derivados del uso de los automóviles privados, claro está, no puede funcionar al cien si no está acompañado por un sistema adicional de compensación inmediata de casos individuales, y por supuesto, un fondo común del impuesto precompensatorio al manejo de automotores del que se puedan extraer directamente los recursos para repavimentar, hospitalizar a gente atropellada por desaparecidos, reforestar, mejorar el transporte público, etc.

de este modo de una sola pedrada se obtendría una menor preponderancia de costos sociales y ambientales pagados por el fisco o la comunidad, una mayor transparencia en el manejo de recursos, y un sistema de impuestos más eficiente al castigar prácticas dañinas al bien común, ser más directo y menos costoso, además de tener una relación más clara con su motivo y uso.

los escépticos me dirán: la medida precompensatoria de la tenencia más bien dará mayores incentivos a los conductores para desaparecer una vez que hayan atropellado a alguien, por ejemplo, ya que su efecto de riesgo moral hará que más conductores culpables partan con la tranquilidad de haber pagado la fianza antes de cometer el delito.

nada más falso, ese "riesgo moral" causaría que la tenencia del siguiente año aumentara para todos debido al crecimiento del concepto de "hospitalización por atropellos anónimos." claramente, los mismos automovilistas no solo verían por no atropellar a alguien, sino que denunciarían el atropello de otro conductor con tal de que el costo de su tenencia disminuya.

y no solo eso. serían los mismos automovilistas que pagan tenencia quienes lucharían por denunciar, regularizar y controlar el flujo de autos chocolate, robados o sin tenencia cubierta, pues ciertamente no estarían dispuestos a pagar por los costos sociales y ambientales de otros.

tenemos entonces que, a la larga, el fijar a la tenencia como una medida precompensatoria que está directamente ligada a la obtención de los recursos para cubrir los costos sociales y ambientales del uso de vehículos terminaría por elevar la participación ciudadana, disminuir costos sociales y ambientales derivados del uso de automotores y regularizar el mercado de autos, por no mencionar disminuir sus robos y hacer el trabajo de las autoridades más eficiente, así como fortalecer el estado de derecho.

si agregamos a esto que una cuota de lo que entra a este fondo deba estar destinada a proyectos de infraestructura y transporte público en las comunidades más marginadas, haríamos un impuesto-fondo ejemplar en el mundo por su progresividad y su vanguardia en temas de transporte público y protección al ambiente.

3. la tenencia es un impuesto VERDE
previene y compensa el daño al medio ambiente

cuando miramos para atrás nos asombramos ante la situación que se vivía en la edad media en lo referente al avance de la tecnología, del saber y de la democracia, por no decir la meritocracia con suelos parejos. la superstición, la ignorancia y la inequidad eran tales que simplemente no había progreso técnico, tecnológico ni en materia de derechos.

pues bien, nosotros estamos viviendo otra etapa oscura. no tenemos avances en la responsabilidad social ni en la sustentabilidad ambiental porque las externalidades negativas de nuestras actividades económicas son el hoyo negro de nuestro saber, concebir, entender y actuar--la materia oscura de nuestras consciencias.

actualmente contamos con un cheque en blanco a nuestra huella carbónica y social porque no tenemos las herramientas, la consciencia ni la voluntad para internalizar los daños que hacemos al planeta, a la comunidad y a cada uno de nuestros hermanos que estamos condenando a pagar con su calidad de vida y de sus bolsillos el fruto de NUESTRA desconsideración, ignorancia y abuso.

el otro día me mandaron una invitación a un grupo de facebook que pretendía juntar 3 millones de firmas contra la tenencia. de seguro hay muchos otros grupos que expresan su descontento por los "gasolinazos."
en verdad nos aferramos a nuestros privilegios generacionales como los señores feudales a sus tierras. vivimos en la baja edad moderna y tememos a la responsabilidad social y la sustentabilidad ambiental como los antiguos líderes gremiales temían a la observación de los derechos de los consumidores y a la democracia interna.

no podremos mantener los precios de la gasolina por debajo de sus costos sociales y ambientales toda la vida porque estos seguirán creciendo exponencialmente hasta que nos hagan quebrar en términos de calidad de vida, si no lo pueden hacer antes en términos monetarios. no podemos seguir pagando de los impuestos de quienes no tienen coche los costos sociales y ambientales derivados del uso de vehículos privados de las clases medias y altas.

un vehículo privado no es un derecho, es un privilegio que conlleva daños a terceros de los cuales los propietarios deben hacerse responsables y pagar íntegramente por las consecuencias de su uso. nuestro derecho al libre tránsito se puede realizar de modos más rápidos, económicos, ecológicos y saludables a través de otros medios de transporte como los camiones públicos, los trenes a gran velocidad, el metro y hasta una bicicleta. en lugar de ver cómo podemos hacer el precio de un auto más accesible a quienes no pueden pagar por las consecuencias de su uso, deberíamos de concentrarnos en facilitar medios de transporte público más efectivos y dignos para todos.

la tenencia es en principio un impuesto atinado, que desincentiva el uso del coche a favor del transporte público, es pagado por quienes más tienen y compensa hasta cierto punto los costos sociales y ambientales derivados del uso de los automotores. este impuesto podría ser mejorado si fuera progresivo en relación al ingreso, si las aportaciones fueran puestas directamente en un "fondo de compensación de los costos sociales y ambientales del uso de los automotores, así como del fomento al transporte público en zonas marginadas," y si fuera vendido como un impuesto "verde" para los de izquierda y "fiscalmente conservador" para los de derecha.

Protejamos a la Sierra de la Laguna de la minería a cielo abierto y el uso del cianuro.
Apoyemos a la comunidad del Rosario en obtener fuentes alternas de ingresos:
ecoturismo, artesanías y conservación

4 comentarios:

Aura Alicia Bravo Hernández dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Estoy de acuerdo en que los dueños de automóviles generan mayores costos a la sociedad de los que pagan. Por eso también creo que a la gasolina deberían de cargársele más impuestos, como en Europa, y con ese dinero extra mejorar el transporte público y hacer otras cosas beneficiosas para la sociedad. También me parece que debería de ser obligatoria la contratación del seguro de daños a terceros para todos los automovilistas, como ya lo es en otros países, a fin de apoyar a personas que se atropellan o a los accidentados por choques.
Ahora bien, siendo prácticos, tengo entendido que en México ya se eliminó la tenencia como impuesto federal, y desde este año me parece que depende de cada estado si la cobra o no. (En Querétaro, el nuevo gobernador, que es del Pri, ya lo quitó). Yo pienso que sí debería de cobrarse, y luego hacer un reporte anual para transparentar en qué se gastó lo recaudado.

Aura Alicia Bravo Hernández dijo...

¿Y sobre la gasolina qué puedes comentarnos?

fdo dijo...

mira Alix, la gasolina es un cochinero regresivo: los pobres que ni tienen coche pagan para subsidiar la gasolina de los mejor acomodados, mejor conectados y mejor organizados. y luego los que pagan las consecuencias directas de la contaminación y los accidentes son... los pobres que ni tienen coche, que son haz de cuenta como los fumadores pasivos, nomás que también son disparadores de cigarros pasivos, etc.