jueves, 9 de octubre de 2008

comala, colima

comala es un pequeño pueblo colimeño famoso por sus ponches y su panadería e identificado con la marca pedro páramo. para llegar, hay que tomar un camión ($6) en la parada de "los rojos," que está a unos 15 minutos a pie del centro de colima. estos camiones salen cada 15 min. hasta eso de las 10:30pm y no hacen más de 30 minutos.

cuando llegues a comala te vas a quedar con la impresión de que en realidad hay dos comalas: "el pueblo blanco de américa," que es un pueblo fantasma cuya economía depende en un 90% del turismo, y el comala vivo o profundo, que rodea al viejo comala y cuya población comuta a colima o labora en campos y ranchos contiguos.

debido a la ausencia de contacto entre las dos comalas, a uno le da la impresión de que la población del comala profundo no está interesada en revivir las tradiciones del viejo comala o desarrollar su vida cultural en el viejo comala, que ha sido un pueblo fantasma desde antes de los tiempos de juan rulfo.

la muy activa vida cultural del comala profundo no pasa del puente que une a las dos comalas porque los comaleños no quieren realizar sus actividades culturales para los turistas sino para ellos mismos, y ellos viven en el comala profundo, no del otro lado del puente. de ahí que la banda local toque por los barrios del comala vivo y se detenga en el puente, mientras los mariachis y las bandas profesionales entretienen a los turistas en el viejo comala.


no solo los precios cambian marcadamente una vez que cruzas el puente; la comida, la música, la vestimenta también sufren mutaciones notables--incluso la actitud de la gente se torna más amable una vez que visitas su verdadero pueblo. todo esto le da al "pueblo blanco de américa" una impresión de artificialidad que no se ve en ningún otro pueblo mágico que haya visitado.

a lo que quiero llegar es que un pueblo mágico no se puede crear de la nada. podrás contar con toda la materia prima (infraestructura, armonía arquitectónica inigualable, proximidad a colima, cercanía a dos lagunas y al pueblo artesano de suchitlán) pero si no cuentas con la voluntad y el interés de los habitantes, no podrás revivir a un pueblo fantasma.
los muertos no se levantan arrojándoles dinero.

"el pueblo blanco de américa" es bueno para un sitio arqueológico donde ya no se habita, donde ni siquiera los enamorados, los borrachos o los vagabundos deambulan de noche--un pompeya limonero.

si quieres invertir tus recursos en el apoyo a la cultura local y la preservación de tradiciones regionales, cuida que los habitantes del pueblo estén interesados en preservar sus tradiciones y promover su cultura, como en el caso de tepoztlán. si quieres gastar esos recursos en el espectáculo de la vida y la ilusión de la autenticidad, visita las vegas.

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