domingo, 22 de junio de 2008

hablemos de los toros

continuemos el paseo por mi memoria:

hace, digamos, 6 semanas regresé de la feria de s´n marcos´n con el ánimo de escribir un post sobre las corridas de toros. pero se me fue pasando, sobretodo por flojera de seleccionar y adesinfear las fotos (por cierto, otro post que se me ha estado pasando ha sido un manifiesto por la cámara de celular).


en fin, antes de empezar tengo que definirme dentro del espectro del debate sobre los toros. esta es mi posición:

TAUROMAQUIA: dícese de un subgrupo de usos y costumbres que promocionan la violencia y minan el respeto a la vida y la dignidad ajenas.


creo que eso es evidente. ahora, que si esos usos y costumbres tienen cierto valor cultural, estético o de entretenimiento, no niego que puedan tenerlo--como el manifiesto futurista, por discriminatorio, irrespetuoso y violento (ecocida, misógino, xenófobo) que sea lo tiene; como las pirámides, por destructivas de vidas y arrasadoras con dignidades y libertades que hayan sido, lo tienen.
pero que si estos usos y costumbres son un derecho de una comunidad, una minoría, eso sí que no--a menos que queramos aceptar que robar es el derecho del ladrón o asesinar el derecho del sicario.

violar NO es un derecho del perpetrador.


el tema del conflicto entre dos derechos, el de la supervivencia y la expresión creativa, fue tratado en dos posts anteriores (ver aquí y aquí) y no quiero ahondar más en eso. baste con resumir que cuando una expresión creativa deja de ser no-infrinctiva y se abalanza contra cualquier otro derecho ajeno, entonces esta expresión creativa no deja de ser expresión creativa, aunque definitivamente deja de ser derecho y se convierte en abuso, violencia, maltrato, etc.

las corridas de toros, hoy por hoy, son unas de estas expresiones creativas que NO SON DERECHOS.


sin embargo hay modos de "purgar" estos usos y costumbres:

la tecnología es suficientemente avanzada actualmente como para sustituir a los toros de ganado con toros "deep blue."

los toros mecánicos no solo tendrían siempre una programación más amigable a la faena que los toros de carne y hueso, sino que además, estos toros no se abalanzarían a las gradas ni pondrían en riesgo la vida o salud de los toreros. adicionalmente, mantener y criar estos toros consumiría menos energía y contaminaría menos que la operación de ganados de toros de pelea.


en fin, la misma participación del público podría profundizarse si toros robóticos sustituyeran a los toros de carne y hueso en las corridas: por un lado, podrían ser consultados en el diseño de cada toro (determinando desde su fuerza, velocidad y peso hasta el mechón y color) y hasta podrían pasar a manipular el toro con un control remoto enfrentándose así a su torero favorito.


lo más importante es que todos saldrían ganando:

los toros no serían toreados; los toreros correrían menos riesgos; el público podría participar más adentradamente en las corridas; usos y costumbres serían "rescatados;" y en la sociedad habría mayor respeto por la vida y la dignidad.

2 comentarios:

ssv dijo...

No manches ¿estás hablando en serio? ¿toros mecánicos? ¿toreros sin riesgos? qué caso, porqué no mejor substituimos toda la corrida por un nintendo, incluso si el torero es malo y nos aburrimos podríamos cambiar al dvd de space invaders.
Yo estoy de acuerdo con Arturo Pérez-Reverte, que dice que para que toda la fiesta tenga sentido es necesario que se mueran algunos toreros en la escena de vez en cuando, lo puso en su blog , está interesante no lo descartes tan rápido: http://www.capitanalatriste.com/escritor.html?s=patentescorso/pc_04may08

Unknown dijo...

Pues a mí me parece que la fiesta taurina va a seguir perdiendo adeptos, debido a que la sensibilidad social va divergiendo de la que aprecia el arte taurino. En lo personal, no lo siento mucho, tal vez porque siempre he tenido sentimientos ambivalentes hacia esta actividad, que combina en dosis iguales la crueldad hacia los toros y la destreza del torero, generando breves momentos de euforia cuando los pases son memorables, así como estampas hermosas de toros bravos y toreros gallardos.
Pero ya sea que subsista o no, tiene que ser una fiesta "pura y dura", no puede ser descafeinada como la propone Fer,puesto que entonces no complacería ni a los taurófilos ni a los defensores de los animales, ya que los primeros sentirían que todo es artificial y no vale la pena, y los segundos que se sigue fomentando la violencia y la crueldad con ese toreo "electrónico".