martes, 11 de marzo de 2008

derecho del prójimo, límite de la libertad creativa

el arte no tiene límites. el derecho de la libertad creativa sí. sus límites están demarcados al menos por los derecho a la supervivencia y al respeto de los demás.
el explotar a cientos de miles de seres humanos para construir una pirámide puede resultar en una obra de arte--un patrimonio cultural de la humanidad--sin embargo, ese proceso creativo no deja de ser una obra inhumana, y su grandeza jamás justificará la esclavitud, el agotamiento, la insolación, el hambre, la sed, el nulo servicio médico, el abuso, etc. por los que haya pasado uno solo de los constructores.

la semana pasada me mandaron una petición para boicotear la presencia de un artista en un evento. según artículos aparecidos en el país de españa y la nación de costa rica, este artista había atado a un perro hambriento y moribundo en una esquina de una galería para que formara parte de una exhibición. a este perro no se le dio de comer ni se le prestó servicio veterinario. "el perro murió tras un día EN LA EXPOSICIÓN [el énfasis es mío]," reportó doriam díaz en el artículo de la nación.
el artista fue galardonado con un reconocimiento por la bienarte costarricense para que representara a costa rica en la bienal centroamericana honduras 2008.

yo firmé la petición para que el artista no participara en ese evento no porque pensara que la dicha exhibición no era "arte," sino porque, independientemente de cualquier juicio estético subjetivo, esa obra fue irrespetuosa a la vida misma y ofensiva a la libertad.

la libertad creativa no es carta blanca para pisotear las libertades y los derechos de los demás. ningún derecho es privilegio y un derecho de uno no vale más que otro derecho de otro.
el matar "bonito" a alguien siempre será un homicidio.

guillermo habacuc vargas, el artista, se justificó argumentando que a) este era un perro callejero hambriento y moribundo que en cualquier forma iba a morir, y que b) miles de perros callejeros mueren desamparados en las esquinas y nadie hace nada al respecto--es entonces "hipócrita" reaccionar de este modo ante lo que pasó en la esquina de la galería en la que él expuso, cuando c) él lo que estaba haciendo era "crear consciencia."

con estas mismas justificaciones, artistas como habacuc podrían defender su libertad creativa de exhibir atado en una esquina de la galería a un famélico niño huérfano que está muriendo de sida, cólera y/o malaria, al que el artista da las expresas órdenes de no alimentar, dar de beber o tratar de asistir en ningún modo.

vamos, con estos mismo argumentos que no contemplan la voluntad de la víctima (a saber, a). la víctima es miserable, b). de todos modos va a morir, y c). la finalidad--sea crear consciencia o hallar la cura de cierta enfermedad--es un bien común superior) los doctores sin escrúpulos del marqués de sade justificaban el raptar desamparados de debajo de los puentes para experimentar con sus cuerpos en nombre de la libertad científica del médico y del derecho de los enfermos a que se encuentren curas a sus padecimientos!

trágicamente, el trabajo del señor habacuc fue creativo, del mismo modo que no dejaría de ser científico el trabajo de un investigador que experimentara con no-voluntarios. (vamos, el adornar altares con los huesos tallados del enemigo caído no deja de ser, entre otras cosas, creativo, ni de tener cierto valor artístico, al menos en lo que respecta a la talladura ósea--y hay infinidad de "argumentos pirámide" como este.)
sin embargo deberíamos de exigir a nuestros artistas, del mismo modo que exigimos a nuestros investigadores científicos, que sean lo suficientemente creativos y experimentales como para encontrar formas de crear y experimentar SIN VIOLAR LOS DERECHOS DE LOS OTROS: el señor habacuc debió haber contemplado maltratar a un perro en papel o patear a un perro de cartón en su exhibición.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Tienes toda la razón. Mucho me temo que por argumentos parecidos, habrá que prohibir las corridas de toros en cuanto nos civilicemos un poco más en México, España y Colombia. Eso no tiene remedio.

Anónimo dijo...

No pude ni siquiera terminar de ver el video porque es demasiado deprimente el punto al que hemos llegado como "humanidad deshumanizada"... es grave nuestra enajenación y ausencia de sensibilidad hacia la naturaleza, nuestra soberbia y abuso de poder... sobre todo porque a dónde nos conduce? Estamos en el hoyo en muchos aspectos, independientemente de las causas sociales y económicas que nos hayan producido.
Pero sí, fernando salas; autor de esta gran publicación concientizada y crítica, porque es verdad que no porque de todos modos un perro callejero vaya a morirse, o un niño con sida, o un soldado con heridas de guerra, quiere decir que haya que violar su derecho a la dignidad y a la privacía en paz. ¿Con qué arrogancia se le priva de descansar en paz durante sus últimos latidos?Tienes razón; convertir en un espectáculo la agonía de cualquier ser vivo no justifica ningún fin. En momentos como este, es vergonzoso pertenecer a la misma especie que Guillermo Vargas.
Gracias por pensar en Natividad, porque cuando piensas en él, piensas en nosotros. Saludos.